En la ardua tarea del docente
también le envuelve la función de la propia formación docente; las
instituciones de educación, de educación superior y en lo propio las universidades,
involucran el desempeño individual del profesor, en el compromiso y la
exigencia social, en la forma de transmitir y reconstruir una serie de
principios, leyes, normas y elementos sociales, culturales, económicos,
políticos y tecnológicos que conforman la necesidad del saber, pero esta
necesidad identifica procesos que a través de distintos métodos, estrategias y
teorías de aprendizaje han generado una metodología didáctica.
La función que cubre el docente
para favorecer la formación adecuada de un profesional de educación debe integrar no solo el conocimiento
disciplinario o menos aún temático de su programa, por el contrario, le implica
una preparación adecuada para el ejercicio de la profesión docente, ya que para
que la institución educativa cubra su función social requiere efectuar un
diagnóstico para entender la relación entre su comportamiento situacional con
el conocimiento de las competencias profesionales desarrolladas o identificadas
en los currículos y las relaciones compartidas en sus grupos de trabajo.
La educación como un proceso de
construcción teórica, abarca distintos niveles de la realidad social en donde
se conjugan modelos educativos, instrumentos de valoración, orientaciones y
funciones que determinan la forma de actuar de la sociedad a partir de las
situaciones normativas, contextuales y culturales pero enmarcadas en diversos
ambientes de formación, de desarrollo laboral y trabajo colegiado y de
participación individual y social.
El sistema social requiere
definir su función educativa y que ésta oriente la responsabilidad de una
agencia socializadora, como puede ser el salón de clases, la familia, el grupo
social o de trabajo, o todas estas dentro de la función social docente, ya que
ésta genera el reconocimiento de la función educativa al valorarse los procesos
de diferenciación que permiten su cumplimiento.
En estos ambientes el docente
puede ser visto como unidad funcional de la sociedad, éste supone que todas las
partes del sistema social funcionan en estrecha relación de armonía interna
como para lograr que los conflictos producidos no puedan ser rápidamente
resueltos y reglamentados, sin embargo existen formas sociales o culturales
estandarizadas, esto es, que tienen un tipo o un modelo similar, realizan
funciones positivas que hacen que la labor docente sea indispensable e
inherente a cada uno de los elementos y de los actores de la vida social.
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